Estamos a 12 de junio, a las puertas de las vacaciones.
Tenemos un convenio que vence el 31 de diciembre de este año;
si para esas fechas no tenemos uno aprobado, nos aplican el Estatuto de los
trabajadores. El equipo de gobierno no parece tener prisa, no la necesita. Los
representantes de la parte social tampoco parecen tenerla.
Tenemos encima una profunda reforma de la Ley de Bases de Régimen
Local, que amenaza con llevarse por delante el concepto que teníamos de algunos
servicios públicos, y de paso buena parte de nuestros “derechos”. El equipo de
gobierno lleva jugando desde hace tiempo con esta baza para sembrar miedo en
los compañeros. Enfrente, nadie informa para poner los puntos sobre las íes.
Han comenzado los primeros movimientos con el objetivo de
realizar una valoración de puestos de trabajo, y parece estar más avanzada de
lo que podría parecer.
Desde EPS solo encontramos una explicación a este silencio…
Los trabajadores del Ayuntamiento somos invisibles; para los unos y para los
otros.
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