Hay que reconocer que algunos sindicatos y nuestro equipo de
gobierno llegan a puntos de encuentro bastante imaginativos. Ambos llegan a la
conclusión de que volviendo a los trabajadores invisibles todo se vuelve más
fácil. Para los unos se vuelve más fácil gobernarlos y para los otros
defenderlos.
Hace ya semanas que a unos y otros se les pidieron las actas
de las mesas de negociación para exponerlas en lugares públicos, así todo
trabajador tendría acceso a saber qué cosas se tratan y que son de su máximo
interés. Pero nada, esas actas no llegan ni por un lado ni por el otro. De qué
leches hablarán que se vuelve todo tan secreto, nos preguntamos muchos. Ya
está, concluimos, como se piensan que somos invisibles no podemos leer. Vaya
esta imagen para informarles que no es así, que los invisibles también saben
leer y están muy interesados en las cosas que les afectan.
Esperemos que siguiendo con la misma estrategia no les dé
por comenzar a tratar un borrador del convenio colectivo sin que los invisibles
le echemos un vistazo al menos. Esperemos a ver qué pasa, no tardaremos mucho
en salir de dudas.
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