lunes, 2 de marzo de 2020

MANIFIESTO DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER



Un nuevo 8 Marzo que queremos celebrar para hacer visible lo invisible, por un feminismo para la transformación social.

En España hay 2.595.575 empleados públicos en junio del 2019, de los cuales 517.929 son empleados de Ayuntamientos. Existiendo una diferencia y desequilibrio entre administraciones, si en el sector público, en general, cerca del 57% son mujeres, en los ayuntamientos no se llega a la cifra del 49% de la presencia femenina.

 A pesar de la presencia de la mujer en la Administración, el porcentaje en puestos de dirección no supera el 31%. Más llamativo es el caso en la Administración de Justicia, donde el número real de mujeres en los niveles más altos de la judicatura sigue siendo sumamente bajo: por ejemplo la Sala de Gobierno del Tribunal Supremo tiene una sola mujer entre sus 12 miembros. El Informe del Grupo de Trabajo sobre la cuestión de la discriminación contra la mujer en la legislación y en la práctica, de Naciones Unidas (misión a España), de 17 de junio de 2015,  recomienda “que el Estado aplique medidas especiales de carácter temporal para lograr un equilibrio de género en la administración pública, en particular en los niveles más altos de la judicatura”. 

Sin embargo, destaca la presencia femenina en Sanidad, Enseñanza (docencia no universitaria) y Justicia donde al menos 7 de cada 10 efectivos son mujeres.  No es baladí esta cuestión, que entre otras cosas, significa la falta de facilidad que encuentra la mujer para poder conciliar la vida familiar y profesional. La administración pública aparece como un pequeño refugio para la mujer y para poder emanciparse como persona. Pero, la administración pública no ha avanzado ni ha profundizado en los avances que ayudan a mejorar su situación. Los recortes en personal que se sufre en los últimos lustros afectan gravemente a la jornada laboral. Si la administración pública es una opción para las trabajadoras también es un laboratorio de ensayo de leyes, recortes y procedimientos de los políticos. Es en la administración y del salario del personal donde primero se recorta en épocas de crisis, donde existe rigideces laborales que no permiten flexibilizar las jornadas. Dónde se exige y amenaza con expedientes buscando el visto bueno o firma de la trabajadora pública para el interés del político de turno.  Se provoca situaciones de estrés laboral que finalizan en miles de bajas médicas por entender a la trabajadora como productora de medios y no como prestadora de servicios públicos. La Administración tiene un papel clave en la retención del talento femenino y en el impulso de la mujer hacia los puestos de dirección tanto en el ámbito privado como en el público.

Día a día vemos que no se avanza lo suficiente en esta cuestión. Se nos impone culturalmente una forma y modo de vida que hace que el poder y la fuerza como polo masculino prevalezca sobre la justicia y la razón como polo femenino, sin llegar a ningún equilibrio de fuerzas. Por todo esto, desde EPS-Pinto estamos por un “Feminismo para la transformación social”.

8 marzo 2020

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