Efectivamente, cuando un grupo de trabajadores municipales
decidimos formar este Espacio de Participación Sindical, lo hicimos con el
firme objetivo de frenar una destrucción de los servicios públicos que veíamos
venir y un recorte en derechos laborales como nunca se había vivido en
democracia.
Con sus luces y sus sombras, como toda acción colectiva, conseguimos parte de nuestro propósito en el Ayuntamiento, aunque no pudimos impedirlo en Aserpinto.
Durante todo este tiempo hemos contado con el sorprendente e
impagable apoyo de la inmensa mayoría de la plantilla municipal. Ahora, las
circunstancias han cambiado y toca construir, construir entre todos. Si lo
hacemos así, la casa que construyamos será más sólida y menos compañeros se
sentirán incómodos.
Que cada empleado público, en su destino de descanso, vaya
pensando en los planos y materiales a utilizar, que en otoño nos embarcaremos
en la nueva aventura de elaborar un convenio colectivo que favorezca la
normalización de las relaciones laborales entre empleados e institución.
Porque es para todos, lo debemos elaborar entre todos.
Hasta el otoño, compañeros.
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